“El conflicto de Malí no sólo lo van a cambiar las armas”. Caminamos en Piedra de Toque el sábado 26 de enero por la ciudad de Mopti en Mali con el periodista José Naranjo con más de 20 años de experiencia en temas sociales para conocer desde el terreno la operación liderada por el Ejército francés contra las tropas yihadistas que desde hace un año se han asentado en el norte del país. Queremos conocer cómo está viviendo la población este nuevo capítulo de un conflicto con raíces étnicas, independentistas y religiosas. Las ONG internacionales denuncian ejecuciones extraoficiales por parte del ejército de Mali y una limpieza étnica encubierta. Escucha la entrevista pulsando el play debajo del titular.
“El precio de esta reconquista puede ser una cacería de personas por motivos étnicos. La intervención francesa debe evitar este tipo de reacciones porque la paz sólo se consigue desde la paz y el diálogo. No consintiéndolo y amenazando a los periodistas que lo denunciamos”.
Antecedentes. «Los grupos yihadistas y terroristas llevan nueve meses controlando un gran territorio en el Sahel donde cometen todo tipo de abusos en la aplicación de la ley islámica basados en lapidaciones y amputaciones. Tenemos más de 400.000 personas que han tenido que huir de sus casas. Estos grupos avanzaron hacia el sur y tomaron Kona a escasos kilómetros del centro de Malí donde querían controlar todo el país y convertirlo en un estado terrorista, un santuario del yihadismo. Ahora se ha equilibrado la situación con la llegada de las tropas francesas».
El precio de la reconquista puede ser una limpieza étnica. «La inestabilidad del norte de Malí tiene que ver con una rebelión de los tuareg que después aprovecharon los yihadistas. Ahora existe sentimiento de odio hacia todo la etnia tuareg, lo mismo que a los árabes por la reacción de muchos de ellos en el norte de Malí. Se está aprovechando el toca de queda para realizar una auténtica cacería. Tenemos testimonios sólo en Mopti de una veintena de casos. La intervención francesa debe evitarlo. No se trata de hacer la guerra, sino de conseguir la paz y esto debe ser por el diálogo. Que se esté realizando una cacería étnica y que los periodistas no podamos acercarnos ni denunciarlo hace que la situación sea muy grave».
La reacción del pueblo ante la intervención de Ejército Francés y sus posibles intereses: «Ahora mismo el objetivo es desalojar a las tropas del norte para evitar que continúen con sus abusos a la población. Y castigarles duro. Todavía no sabemos qué sucede con los rehenes occidentales que tienen en su poder. La intención es tratar de hacerles el mayor daño militar posible en sus escondites en el desierto. He podido constatar que la inmensa mayoría de los malienses han valorado de forma positiva esta intervención. Prefiero quedarme con la opinión de la gente de aquí. Los análisis que se realizan en un sofá a miles de kilómetros son muy fáciles. La población de Malí dice cómo vamos a criticar a alguien que ha venido a rescatarnos cuando estábamos a punto de caer en el abismo».