Las editoriales de El País ofrecen, desde hace tiempo, un oportunidad de recuperar la actualidad reposada. No hablan de lo que acaba de pasar, de lo que han introducido en sus páginas bajo la amenaza del segundero y la hora de cierre. Durante todo este año, han dedicado las editoriales a temas de la semana. A noticias que abrían el periódico el día anterior o hace tres días. Una apuesta por ofrecer reflexión por encima de la información, del dato, la cifra.
Hoy hablan de Bolivia. Ayer del viaje del Papa a Francia. Las dos merece la pena leerlas, aunque no compartas todos los argumentos. Las dos representan una seña de identidad de la prensa tradicional por encima de las web. Una muestra más de que siempre deberá existir. El valor de la reflexión sosegada.