Hoy hablamos de una región del mundo pequeña pero con unos niveles de violencia superiores a los de un país en guerra abierta, como pudieron ser Irak, Afganistán… El triángulo norte de Centroamérica: Guatemala, Honduras y El Salvador son tres países pequeños pero con la maldición de ocupar un lugar geoestratégico para el control del transporte de mercancías. Algo que desde los años 70 provocó también que fueran un experimento de cómo derrocar gobiernos a la merced de esos intereses. Todavía hoy sufren los posos de esas políticas, a la vez que las consecuencias de guerras civiles, racismo, narco política y un mal reparto de los recursos.

Un buen lugar también para comprender lo que sucede en muchos países de América Latina y también para caer en la cuenta de la complejidad cada vez mayor de la actualidad internacional donde uno se pierde entre lo que es una causa o una consecuencia y donde las contextualizaciones son la clave para no caer en injustos simplismos.

Todo esto en un escenario de gran belleza natural y con una riqueza cultural digna de ser declarados bienes inmateriales de la humanidad tanto por sus lenguas milenarias como por una cosmovisión del mundo que ahora todos perseguimos de contacto con la naturaleza, de comunidad, de respeto por los mayores…

Los viajes son la mejor manera para descubrirlo pero también ahora la música, el periodismo, la literatura, el cine

Guatemala, Eduardo Galeano: ensayo general de la violencia política en América Latina: años 70, un viaje que marcaría su carrera y que también le condenaría al exilio sobre los movimientos guerrilleros en un contexto de Guerra Fría. Caes en la cuenta del tablera político que han jugado estos países con consecuencias sangrientas todavía hoy abiertas y sin resolver

Tiempos Recios, de Vargas Llosa, también sobre Guatemala y sobre el derrocamiento del gobierno de Jacobo Árbenz Guzmán: a cargo de la Fruit Company, la propaganda y los sicarios con un pie en los ejércitos y otro en los grupos criminales

Y claro está, imposible no hablar de Centroamérica sin rendirme ante sus gentes. Esas a las que tanto aprecio, entre la que tengo amigos muy especiales y a los que siempre doy voz en aquello en lo que trabajo. Lolita Chávez, Coni Carranza, Sara Curruchich han protagonizado alguno de los últimos podcast. Todos son pocos para reconocer el valor de tanta gente que lucha por reclamar su espacio en este tablero de intereses cruzados. Tanto que aprender.