“Cuando salí de Angola pensaba que en Bilbao me esperaba el paraíso: playas, sol, palmeras”. Betto Snay partió sin mochila hace ahora 12 años de Mbanza Kongo, Angola, para reunirse con su madre que llevaba tres años en Bilbao y, de paso, evitar el servicio militar en su país. “En esos años, ir a la mili suponía viajar al frente y ver pasar a la muerte muy cerca”. Ahora Betto se siente uno más en Barakaldo donde vive con su mujer ecuatoriana y su hija euskaldun con raíces latinas, africanas y vascas. “He visto crecer a este barrio, forma parte de mi vida”. No encontró en Bilbao, la imagen que se esperaba pero sí el lugar donde emprender una nueva vida. De eso hablan sus canciones con las que busca romper estereotipos en torno a los inmigrantes y ayudar a los vascos que ahora se ven necesitados de viajar a otros lugares para buscarse la vida. Hablamos de su viaje en Piedra de Toque, de cómo se viaja sin maleta y de cómo es su tierra, Mbanza Kongo.

Cuando le hambre toca a la puerta, no hay temor que valga:  hay que salir al mar a navegar. Así lo canto en una de mis canciones. Son tiempos malos para migrar pero la necesidad obliga a moverse. Antes hay que tener muy claro a lo que se expone uno con ese viaje.